Réquiem en Segunda Persona

Libérame del vacío que ha envuelto mis cabellos
Quítame la máscara que se posó sobre mi piel
Esa máscara que dibuja una sonrisa en mi cara
Bajo el manto de una noche que ha perdido sus destellos
No cabe duda que al cisne se puede engañar
Las serpientes antes eran mariposas
Ardientes llamas abrazando la pradera
Y el reflejo de la luna en aguas quietas
L
En la mente yacen restos que solían ser recuerdos
Tantas veces encontrados, muchas veces ignorados
Y el sombrío caminar de un alma errante
Entonces vi como la alegría escapaba de tu cuerpo,
Mientras la penumbra se apoderaba de tu ser
En ese momento vi rodar una lágrima a lo largo de tu rostro,
Suavemente acariciando tu mejilla
En tus ojos no mostrabas sentimientos,
Era un par de hoyos negros tu mirada
La soledad se vistió de gala,
Y con el miedo devoró tus pensamientos
El alma se ha salido de tu cuerpo para ver lo invisible,
Escuchar lo inaudible, y tocar lo intangible
Las lágrimas se evaporan en tus pupilas
Y la amargura perpleja que se esconde en las esquinas
No hay alas de pureza en tu espalda,
Ni una bruma oscura en lugar de corazón,
Cargas unas alas de amargura y sueños rotos
Bajo el brazo de un demonio cuyos ojos no devuelven tu reflejo
Asesino que no mata, solo observa concentrado
Peligroso, se alimenta de la ira de mortales pecadores
Ríe y baila al compás de gritos vanos
De las bestias conocidas como humanos
Puedo oír los ecos de tus retorcidas tentaciones
Tus deseos somnolientos susurrando en callejones
Tus lúgubres pisadas al entrar al inframundo
Ahí, donde el paraíso es un árbol desnudo
No gires más hacia mi rostro
Y llévate lejos esos falsos ojos oscuros,
Borra tu sombra de mi destino
Y no intentes atravesarte en mi camino
Fuiste víctima de quien te hizo fallecer
Pero tu carisma está a tiempo de volver
Yo no canto, yo no rezo
Pero por salvarte cantaría todo el réquiem de un libro amarillento
Ardería contigo en un mismo infierno,
Cavaría con mis uñas una tumba sin anhelos,
Lavaría el dolor con nuestro llanto
Hasta que los ángeles se adormezcan con mi canto
Pero, si quieres seguir el camino de la oscuridad
Destroza los lazos que te ha costado forjar
Ya no camines más a mi lado
Porque no se puede rescatar a quien no quiere ser salvado.
29/03/2016
Gabriela Camargo Miaw.
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