REFLEJO

La cara que se refleja,
del tren, en ese cristal,
en esta mañana nueva,
la piel a erizarme va.
Pues la distancia no evita
que admire con claridad,
la serenidad y belleza
de ese rostro singular
H
mojado está una vez más.
Siempre elegantes, tus gestos;
tu altiva seguridad.
Finísimas las facciones
de porte casi irreal.
Entre suaves movimientos
parecieras levitar.
Tan esbelta la figura,
tan suave y tersa la piel.
El verano hoy te descubre
dorada en brillos de miel.
En cada rincón se muestra
la perfección de tu cuerpo,
maduro ya en su belleza,
grabado ya en mi recuerdo.
El destino hoy ha querido
juntarnos sobre las vías.
Envidio a aquel que comparta
todas tus noches y días.
Porque ya no tiene cura
la enfermedad que contraje,
al pasar tú ante mis ojos,
como el más bello paisaje.
El que volvera a perderse
cuando te bajes del tren.
Y tal vez, vuelva mañana,
para erizarme la piel.

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