RECREO SOÑADO

El desarrapado niño,
de mirada al cielo,
con un palo dibuja,
en el apelmazado
suelo.

Mientras sueña mentiras,
imagina mundos nuevos,
fantasías amargas,
presagios de un duelo.

P

antalones menguados,
enmarañado pelo,
rodillas al aire…
¡ Caricias desea…
con anhelo!

Cuando sea grande… y
dinero y…
casa tenga
al amigo que venga,
¡le daré todo eso!.

Pensativo queda el niño,
olvidando sus deseos…
¿Y si a casa fuera,
aunque no tenga esto,
y padre me diera…
¡tan sólo un beso!

Qué cerca esta padre,
en aquella casita chica…
que se perfila a lo lejos,
Vieja y hundida…
¡A la que ir no puedo!.

Allí esta madre,
allí, allí … a lo lejos.
con Dios que se ha ido,
a una mejor vida…
¡Que yo también quiero!

Y tras el tupido árbol,
el niño se esconde,
para vaciar la mirada,
que ose posarle…
¡Cualquier hombre!.

De multiplicar la tabla,
le retumba con eco…
¿Ocho por ocho?,
¡ sesenta y cuatro!.
¿Cero por ocho?.
¡Cero!

Compañeros en pupitre,
en estrado el maestro,
vigilante mirada,
de su ausencia da cuenta…
¡bien presto!.

En el cercano monte,
de la escuela a un paso…
fantasías de infancia,
perfilan un alma…
¡De ocaso!

Se levanta el niño,
al trote por él parte,
dándose espuelas,
para no llegar más tarde…
¡A la escuela’

Y mañana… como tantos días,
el desarrapado niño,
de mirada al cielo,
con un palo dibujará,
en el apelmazado
suelo.