Pude no haber existido

que pasa
en la mente del arrepentido
cosas desafinadas y mermelada
pared de carbón manchada
abracé una vez
la posibilidad de haber
conocido
a una persona con tu nombre
encerrado en tiza
el fantasma del pasado urbano

que todavía parece
vivir en la otra pieza
aplastando latas
secuestrando amarres de 6 años
rayando suelos no caminables
desde la última vez que los pisé
rieles
y vagones
con hoyos
todos ellos
desaparecidos
recuerdos donde era
una risa inocente
que maté
mido
mis palabras ahora último
porque pude fácilmente
no haber existido