Por encima de mi liga

Les confieso algo que descubrí.
La verdad al fin ante mis ojos, la venda al fin retirada.
Lo que hacía o “hace” que me fije en cierto perfil engreído, no es porque me gusten los petulantes. Es porque en general, los que más presumen, son los que están más arriba en la escala social.
Esos que son deseados por todas, los populares, los que tienen opciones y a la vez te hacen sentir como si fueras la única. Los que lo tienen todo y por ende, no le temen a nada.
Más allá de riqueza o belleza, yo buscaba a alguien que me hiciera sentir valiosa por ser escogida.
Y en el momento en que me haces sentir barata, ya no hay vuelta atrás, no hay atracción. No hay nada.
Pero una vez me di la oportunidad con alguien parecido a mí. Invisible, tranquilo, tierno. No muy deseable en cuanto a personalidad.
Y cuando él tuvo la osadía de dejarme, destrozó aún más mi autoestima. Porque una cosa es que te rechacen los chicos socialmente elevados y otra muy distinta es cuando ni siquiera el que no tiene opciones, te ignora.
Me sentí sin valor, porque en el fondo eso es lo que me falta.
Busco desesperadamente atención para sanar mi baja autoestima.

Y esa necesidad, solo se llena con otro chico engreído, de esos que todos aman.
Sí, estoy perdida, pero necesito cambiar de patrón.
¿Será que lo logro?