Polvos de Oro
Se me olvidó barrer el Polvo, ese polvo metalico, ese polvo de oro,
Que traías en tus manos y se caía cada vez que me abrazabas en la cama.
Y que se salía de tus labios en forma de risas. Y que veía en tus ojos cuando tus mejillas formaban sonrisas. Que sazonaba el más obtuso insípido de tus omelettes mejor que cualquier sal.
Y me reprochan los poemas y los poetas, que porque te busco, que porque te sigo, que porque te espero que porque te extraño que porque te quiero que porque te pienso que porqué!!!
Y me reprocha la filosofía y la moralidad, que porqué te uso, que porqué te arrastro, que porqué te detengo, que porqué te extraño, que porqué te quiero que porqué te pienso que porqué!!!
Y es que la verdad, es porque aún te amo, y de verdad te ame, y aún te quiero amar, y es por qué abrí hoy la puerta y mi casa aún está dorada pero ya no brilla, y al caminar el polvo se levanta pero me asfixia, y es porque me metí en las sabanas y ya no se deslizo y acaricio mi piel, y es porque el omelette sigue empolvado de oro, pero ya sabe a demonios.
Y
Pero si no me escuchan ni los dioses ni tu, y no regresas. Voy a barrer el polvo, ese polvo metalico, ese polvo dorado, y lo voy a guardar, meticuloso, riguroso y con precisión, para siempre recordar que soy aún rico. Y después voy a agradecerle a los todos dioses, pero sobre todos a ti, que me hiciste feliz, y que en algún universo te haré.
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