Polillas

Reiniciando la máquina que olvidamos,
matemáticamente observando el suicidio colectivo en un colorido prado,
desde una cabalgata épica,
desde el aparente letargo de la insania,
hasta el amanecer difuso de los ideales en semilla...

Ya nadie respeta al río,
ya nadie se conmueve con el llanto,
ya nadie ríe de verdad,
dejando de lado la lágrima de plástico,

la sangre sin metal,
somos artificiales y esta guerra de artificios nos ha tomado por el cuello.

Somos bichos en un vergel mediano,
en una trampa cutánea,
ebrios de torpeza y de credulidad,
moriremos en la vida misma,
y ya nada de lo que muchos sabios dicen y aman importará.

Solo importará el sol que se pierde en los litorales siderales,
y aun así,
importante,
solo será un lucero pequeño en esas mentes sin perdón...

Cambia de canal hermano,
las pesadillas se vuelven insectos que hincan y pican...

Cambia... De una vez...