Pasado de futuro

La sombra vivida del pasado la inflamaba, no solo la de su corta existencia física aparente, sino la de la historia toda, la contada y la real, baches y borrones de un todo sucedido corrían calientes y presurosos por sus jóvenes venas, tan antiguas; alimentando cada célula, cada uno de sus pensamientos era en verdad, todo lo ajeno.
La vi una noche extraña, en el paramo desolado de un sueño muy tangible; flotaba a centímetros del cambiante pasto de la tierra, emanando de Si una briza de “quien sabe cuántos colores”. Se me hizo entender, idiota yo don nadie, al estirar hacia mí su trémula mano; corría una lagrima por su eterno rostro en el instante justo que la briza exploto con furia a la orden del grito mas desgarrador que e escuchado jamás; el grito de La Madre, por perder… a todos sus hijos.
Al recobrar la vista luego de la explosión, aun se desarmaba su cuerpo echo ceniza en el viento, aun sentía yo, idiota don nadie, de la inerte escultura momentánea emanar la vida prometida, la utopía realizada, el sueño de los hombres y las bestias… el equilibrio del hombre en el des-orden.
Desperté agitado, con ese nudo de congoja y sabor a tierra en la áspera garganta, me costó reconosreme en el espejo del baño, mis ojos kisas eran distintos, mi boca tal vez…no sé. Hoy es la cuarta vez que me visita en sueños. Hoy lo escribo.