No sirve de nada
No sirven de nada las sonrisas, los descaros, la agonía, los gritos
Todo es callado ante la voz de una cacofonía demencial
La resonancia en la mente del salón de mi cabeza
Todo muere, se desvanece y se destruye.
No sirven los llantos, las palabras, las flores, los abrazos
Vuelvo al punto cero, al inicio de mi propia destrucción
A las ruinas sagradas, santuario de guerreros caídos
Y sueños sin dueño ni fin.
L
Párate y sigue, aunque te sangre el corazón,
Siéntate y recapacita, en la locura no está la respuesta
Respira hondo y piensa, huir no es la solución.
¡Pero es que no sirven!
Las manos sangrantes de mis caballeros
Se hunden en ríos de alquitrán.
Las voces en los rezos callan
Y son consumidos por el eco en las voces de mi juicio.
Inútiles, inútil. Sus esfuerzos son inútiles, yo soy inútil.
Porque no he podido controlarlos jamás.
Me torturan y me hieren con voces de recuerdos conocidos.
Y me tumbo a llorar sobre caramelos de azufre.
Su danza seguirá toda la noche.
Mis ángeles intentarán bailar con mis demonios
Mis demonios les lamerán los ojos mustios
Y mis ángeles los violarán con bendito juramento.
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