Mío

Prendo la radio y solo suenan canciones tristes,
las ocho de la mañana,
el estómago vacío,
cansado
y mis oídos castigados
por los mismos temas trillados de siempre.
Mis manos de obrero nunca poseyeron sus dones,
mis manos de obrero nunca supieron de la suerte,
mis manos de obrero solo saben de trabajo...
p
hacia la montaña,hacia el barro,
hacia las encinas,los olivos
y las ovejas pastando,
hacia ese riachuelo que corre rápido
alimentado por las últimas lluvias,
hacia ese maldito perro que ladra
a otro maldito perro que en la lejanía ladra...
mi mente vuela hacia el asfalto
y los coches con desconocidos al volante,
hacia esa acera mal pavimentada,
hacia los jubilados que cargan con el periódico,
hacia la anciana que madruga para comprar el pan
o ese buen tipo que pide dinero
sonriendo mientras toca el acordeón...
mi mente vuela hacia mi hogar.
Hace tiempo que aprendí a subsistir sin diamantes
con jornadas laborales
que parecen no tener fin,
orgullo precario...
si los cerrojos están sellados
tengo que forzarlos,
si no encuentro las salidas
tengo que crearlas,
rutina inevitable...
Cruzados los kilómetros
que me separaban de casa
la ducha me reconforta y aisla,
el sofá me anula en su comodidad,
enciendo un cigarrillo,
es una lenta forma de suicidio,
hay paz,
ya no suena la música triste
impregnada de comercialismo
y melancolía de parvulario...
me rio,
la vida es una broma fantástica,
si existen sus dioses
son un grupo de humoristas cojonudos,
no era esto lo que soñaba,
pero estoy satisfecho,
este es mi ahora,mi descanso,
este tiempo me pertenece,
es lo único que tengo
y pienso desperdiciarlo a mi manera.
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