Mi voluntad

Quiero que me veas como a una sombra en tu ombligo,
que dulce pertrecha sus ratos de amor, siempre contigo...
Que no busques en otros aliados la fuerza mental
que me ha poseído, que no vayas más lejos del mar.
Mátame a besos, hiere mi cuerpo con una espada forjada
en ese cielo tan rojo, blanco, azul... agua de presa que ha reventado,
quiero que te mueras conmigo, la noche es muy larga,
pasar de puntillas es un dulce olvido,
amor...
Quiero que escribas sobre mis senos palabras de noche,

zurcidas con dedos que van a encallar, silentes recodos
que trampean mi cuerpo y donde tus manos se están ocultando,
quiero que busques bajo la falda a ver si me atrapas como a un animal
que es perseguido por tundras cubiertas de nieve, quiero que acabes conmigo,
que fundas el frío, que empiece el tiempo de abrirse las flores,
en estas noches tan largas como procesiones,
penitentes malditos, deseo tu aliento en mi rostro
y tus susurros dolientes que derriben las puertas del mañana contrito.
Mi amor.