Mi luz

Tan lejos te buscaba Señor,
en mi horizonte jamás te encontré,
la línea que une al cielo y al mar,
desesperada un día crucé,
cuál espada mis ojos la traspasaron.
Quise ver al Amor, a la paz y a la felicidad
pero sólo el color de un cielo
que he visto caer, en grices lluvias lo vi convertir,
en tristeza en el mundo bañando las almas,
que caminan a oscuras sin saber el porvenir.

Tan lejos tan lejos siempre Señor te busqué,
sin imaginar que tan cerca Tú,
en mi corazón estabas habitando,
desde aquel día que te dejé entrar.
Había olvidado esa luz,
que no es como estrella fugaz,
que eres Tú el Amor,
que solo tu puedes dar paz y felicidad.
Hoy que he mirado muy dentro de mí,
he encontrado jardines de rosas,
tan frescos como el rocío de la madrugada,
el sol irradia sobre un río de notas,
que van perfumando
tu nombre a cada mañana.
Tan lejos tan lejos te buscaba Señor
y había olvidado que en mi corazón ya Tú estabas.