MI HERMANO

Mi hermano murió de frío
en una noche fría
en una barca
de una playa
de arena blanca

Un niño guacho, dicen,
lo vio tendido en la barca
con una sonrisa amplia
como satisfecho después

de un suculento banquete
Lo cierto, es que nada de eso
era verdad
Mi hermano estaba muerto
y bien muerto

Según la autopsia,
su deceso se había producido
por una ingesta excesiva de alcohol:
he ahí la explicación de su sonrisa espirituosa,
porque se dice, que el vino
produce aquello que hace que la alegría
florezca en el rostro del que se embriaga

También se embriagó la noche
y confabuló en la muerte de mi hermano
no dejando huella ni rastro,
o un ave que delatara a algún tercero

Mi hermano pudo haber muerto antes, años atrás
cuando los parentales ya no vigilaban el hogar y
la infancia era asolada y mordida por la desesperanza
y la incertidumbre de no esperar ver amanecer el día

No lo hubiese deseado ni menos esperado,
hubiese querido llegar como un soldado diligente y presto
y haber vigilado su sueño de sirios,
pero yo llegué tarde a su entierro
mi hermano ya estaba muerto