Mandela

2014 Ene 13
Poema Escrito por
Yan

¡Oh Mandela!
Qué dulcemente duermes
entre las aves nocturnas donde tu alma acaba.
Ya no eres blanda luz que baña tu tierra,
ahora serás una sombra de cantares tristes.
¡No te marches que el trigo llora!
El pescador se quedó sin redes;
la madre, sin el hijo en su vientre,
la noche, sin el grito de la luna
y Sudáfrica, sin la espada que cruza sus miedos.

Hayden desde las alturas toca su trompeta
y las puertas de la eternidad se abren;
un cortejo de lámparas áuricas ilumina
la llegada de Mandela y la muerte es un orfeón de ángeles.
El mar detuvo su azul intenso y emergió de su matriz
una extensa seda negra que enlutó las olas hasta romper
en lágrimas su cristalina sal y el sol se derritió entre las manos
de quien labró el destino de un jardín, que durante largo tiempo,
tuvo muerto el corazón.
Tu apostolado se rindió a un cielo libre de injusticias, donde
crecieron racimos de tolerancia que sembraron en el seno
de tu país la gloria de amarse como auténticos hermanos.
Tu legado quedará por siempre en los anaqueles de la memoria
y no existirá una alborada para quienes tu ejemplo edificante
no sea ruta de bellas auroras por donde andaremos los que
valoramos tu entrega incansable por hacer del hombre
un ser íntegro y al servicio de la humanidad, sin el germen
de la avaricia, la mezquindad y el odio.
¡Oh Mandela!
Ya nunca más volverán las alondras al atardecer.

2014 Ene 13

Yan
Desde 2013 Oct 12

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