Lorena

"Lorena"
I
Te conocí siendo tú muy joven, aún tierna e inocente,
como una niña que no conoce,
llevando en tu mirar esa ingenuidad que no envejece,
y que, enamora, seduce o enloquece.
II
En ocasiones me pregunto,
¿dónde me hubiera gustado conocerte?
Tal vez tumbado en la playa y su arena,

oyendo el rumor del mar mientras me deleita el vaivén de las palmeras,
mirándote venir contoneando tus caderas y extendiéndome tu mano,
diciéndome: ¡me llamo Lorena!
III
Pero no, la vida es bella, más no perfecta,
ella tiene sus propias y raras maneras,
no respeta las reglas sin importar tú quién seas,
te conduce dejando huellas,
no de lo que eres sino de lo que deseas,
de ilusiones te preña y luego las desecha.
Así es la vida, siempre es como ella lo quiera.
IV
Así que, aquí estamos, siendo amigos un poco raros,
¿cómo pasó? No lo imaginamos.
Identidad mucha no es que tengamos:
somos la diferencia que expresamos.
Eso nunca nos ha importado,
la amistad nace en los lugares más inesperados y,
no se pregunta cómo lo hemos logrado,
solo quiso unir a dos seres humanos.
V
En un día como hoy naciste al mundo,
en ese día, la alegría se vistió de fiesta,
la felicidad entonó el himno de la nobleza,
la perfección se hizo eterna,
Dios creó a una hermosa doncella y en su sabiduría
quiso que se llamara: LORENA.