Locuaz

Nunca la elocuencia fue uno de mis dones.
Entonces,
decir te amo no se me da.
Esas cuatro letras,
tan difíciles de conjugar...

Solo sé mirarte con pasión,
pensarte en cada amanecer.
Solo sé que eres mi último pensamiento
antes de dormir.

S

onreír con disimulo cuando te acercas,
esconder el sudor y el deseo
de mis manos cuando rozan tu piel.
Sentir que abrazo tu alma
al oír tu voz.

Taparte con la cobija
cuando duermes junto a mí.
Amar tus nalgas frías
en las noches de verano.
Ser la tibieza que te abraza
en una noche fría de invierno.

Quizá no te lo diga con palabras,
pero tengo la certeza
de que todo mi cuerpo,
de que con el alma,
amo cada detalle en ti.

Quiero y deseo.
Quizá no soy locuaz,
quizá mereces más oírlo de mí:

Te amo, te amo.
No lo digo con palabras,
pero mi mirada,
mis manos,
mi alma
sacan la voz por mí.