Lo que es y lo deseado

Salvarse a sí mismo del precipicio,
dones perdidos, naufragio indefinido,
niño desaparecido, adulto corrompido.

Así son los designios del destino,
no todos se conocen a sí mismos,
para entender que nunca nos conocimos.

Sólo nos imaginamos el camino,
a partir de ahí surgimos…

Debemos hacer un empuje divido
que aburre lo preestablecido,
mimos victimas de lo mismo.

Sí somos niños jugando a los sismos,
la estructura debe caer al precipicio,
no tiene que sucumbir el simio,
antes que eso muerto me distingo
… Antes que eso digno.

El amor y su doble filo,
el universo... tan creativo,
yo tan humano y distinto...
por su astronómico cariño.

Te sueño, te hago lo íntimo,
para olvidar lo sufrido
y recordar lo gemido...
que, de lo dividido,
el amor y lo unido,
nace el infinito,
transformación
de fluidos
y sonidos.