La valentía para darse a la fuga
Uy, ¿qué voy a hacer yo con
guijarros sin ton ni son
que me da este derrotero?
¿Será que ahora sí
podremos ya discernir
lo honesto de lo grosero?
Siendo honesto, creo yo
sabemos: lo que es vos,
y yo, tan harto de oír.
Ahí estabas vos:
hablando de algo,
algo a lo que yo
no había atendido.
¿Será que los dos
tan bien nos juntamos
que todo el calor
con que nos fundimos
nos dejó tan fríos?
La calamidad ha estado
esperando y yo he llegado
elegantemente tarde.
¡Qué barbaridad!, mi estilo:
punta y tacón, desfilo
hacia donde no encontrarte.
Es grosero derretir
bloques de hielo que plañir
de convictos fugitivos,
hipotérmicos perdidos.
Ahí estabas vos:
hablando de algo,
algo a lo que yo
no había atendido.
¿Será que los dos
tan bien nos juntamos
que todo el calor
con que nos fundimos
nos dejó tan fríos?
Ay, ¡si tan solo el decir
de digos y Diegos sí
lograra desdecirse!
¡Porque sabemos que así
sabríamos distinguir
el porqué del porque sí..!
Es honesto mi autostop
sin rumbo mientras a vos
te sobra qué perseguir
y yo, me harto a huir.
Ahí estaba yo:
chita sin destino,
destino que vos
tenías trazado.
¿Será que los dos
tan mal nos hicimos
que ahora ya no
queda otra? Suplamos
uno a otro su abrigo.
Conoce más del autor de "La valentía para darse a la fuga"