La melodía Fantasma
El piano resuena en las manos del alquimista
Son los conclaves negros y grises su esencia de violín.
El silencio de los acordes mueve a la bailarina
El silencio condecora a los débiles y los hace fuertes.
Al tocar una pieza fantasmagórica, el objeto directo cobra vida.
Puede estar muerto, puede encontrarse destruido por el polvo,
Pero la bailarina siempre gira.
Yo me encuentro sentada, con un mamotreto encima de una tecla despareja y nada realista. Es la libertad que se presume llamarse genialidad. Es la comprensión de quien ha visto girar a su bailarina y sabe que ella ama la pasión y su perfección.
Ya lo dije una vez, hace mucho.
Una corchea: sólo una negra
Una corchea: Dos redondas
Un lote: Cuatro fusas
Un lote: dos semifusas.
Recuerda a la reina Silvestre. Es una estatua en medio del portalón de su nicho y en medio de la oscuridad de su ciudad fantasma. Se encuentra de pie, con un báculo, tiene forma de animal, y desde allí cuida a los niños pequeños, los dulces soñadores y prósperos poetas del nuevo tiempo.
Al soñarla la veras condecorada de flores y brillantes diademas. La veras incólume frente a su tumba y tendrá nuevas melodías que deberás descifrar tú sola. El conejo la lleva al país de los locos y ella guiara a una nación entera para que vuelva a brillar según su corazón.
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