Jaula.

Jaula de cemento barrotes de mi prisión desidia del tiempo entre cuatro paredes de una habitación.
Muros de odio que levantas con tus voces desde el salón,corroes el alma escupes en mi ilusión.
Te envenena la envidia,la rabia es tu única conversación.
No ves más allá de una moneda de euro o de dos.
Machacas y machacas en mi herida me acusas de no tener salvación,y yo ingenua me pregunto qué pecado cometí yo?
A quién le debo mi existencia,a quién le gritó mi sufrir?
Tú dices que tengo aires de grandeza y ni siquiera tengo donde morir.
El único aire que tengo es el que aún me atrevo a respirar cada mañana al despertar.
Y agradecida estoy de ese viento que aún me permite soñar que escapo de la jaula de cemento para nunca más regresar.