Fuego

Pequeño transeúnte
caminas agitando los brazos y la mirada
ausente, vas perdiendo el paisaje.
Los restos del polvo que forman el suelo
van dibujando tu figura inmóvil.
Y se exaspera mi humor en combates con la jornada
Y los días se decoran con mojigatería.
Viejos recuerdos y capaz se borre
solo me queda tu partida,
solo tu adiós que jamás se despide por
completo.
Porque sin amante, no hay amores.
Si me falta tu amor, me valen, de que me sirven los otros amores.
Escribe sobre mi hombro
llévate mi silencio, llévate mi dignidad
que ha perdido su validez,
ha caducado en la espera y en el cansancio.
Y yo me marcho sin mapa, ni presupuestos
voy sin precauciones buscando el fuego.
Mi destino es donde la vida me empuje
porque yo no pretendo más que vivir
con el deseo único de ser uno con el universo.
Desintegrarme en tus sueños
arder en incendios, donde tu mente me prende
con la locura que no tiene retorno.

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