Entropía

Enciende mi cabeza hasta que llegue el momento exacto,
desde el punto más escondido y enigmático
por sobre el hervidero incombustible del gentío
que se agolpa y se turba sombrío
en ufanas y divinas visiones destructivas

Bajo el respiro de las centurias taciturnas
bajo el eco del primer hálito expelido en el llanto,
germinado desde el nacimiento de la tierra misma
espero por las sombras de los legítimos abortados

que me lleven al campo de las amapolas sin dueños
donde descansan fugitivos y refugiados poetas
adiestradores de incólumes poemas viscerales
llevados hasta lo más alto del entendimiento circunstancial

Incinera el flujo parasitario
de aquel virus que nos sujeta
a la carne y a la piel más excelsa
para extenderte y proliferar sobre aquel sudario
que no volverá a perecer sobre el refulgente semblante ultraterreno
de aquel costado casquivano
que no supo perdonar al inclusero desterrado
en ufanas y divinas visiones destructivas
llevadas hasta lo más alto del entendimiento circunstancial