El verbo
El lienzo… inexplorado,
susurrante en su blancura;
musita a lo lejos, luces equidistantes
en su espesura indeleble.
Un fuego redundante
pleno el espíritu y la mano,
reducen su mensaje exhalado
a través, de tempestades libreas de tinta.
T
las notas, una a una,
matizan insistiendo en la belleza
de un paisaje malecón de sustancias.
Pigmentos mezclados se congregan,
en el aroma pendón bautizado
del idilio y la nostalgia.
Desatado se filtra un movimiento de trazos,
un vals sobre la agilidad del aire,
y en el linaje deslizados los estados
es claridad de nuevo.
Los fragmentos sobrevuelan
entre las estaciones y brotes racimos,
de minerales pétalos nacidos en las tierras altas.
Una arista secreta se descubre
desmenuzadas las constelaciones;
con la luz trébol pulsada en los ojos
y tonos de un bemol cardo.
La forma reclama la dimensión
de un supremo vuelo,
nacido de instrumentos heráldicos y musas.
Un ensalmo de magnética hendidura,
donde el verbo ascendente
rasgando la cuartilla, surcando el tiempo.
Ante un suicidio, cuando yace en su letargo la palabra;
concibiendo un gestar perenne en cada revelación.
*
Septiembre 12, 2017
© 2017 Gabriela Ponce de León, La Dama Azul. Todos los derechos reservados.
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