El río
El Río
El pueblo ya no tiene oído para semejante idioma
Ahora sus aguas escriben “Otoño”
Como se escriben los deseos que no se podrán cumplir.
Es el testamento del árbol herido de abril.
Cuando la lluvia y la noche,
La madrugada y el frío
Surgen espesas y vacías
Y el hogar sin memoria escondido en el bosque
Ahoga la verdad en el fondo de su lecho.
Un instante eterno que viaja con destino a la estación donde todos tenemos boleto
El país de nunca jamás,
Donde tú y yo, nos llamamos con nuestros verdaderos nombres:
“Psique y Eros”.
Y despertamos a través del mismo sueño
Adolescente
Cuando por vez primera descubrimos que el deseo es el abismo que desborda el mito del cuerpo
Y la carne no es más que un pensamiento de la muerte
Todo cauce es un recuerdo donde la tierra un día fue derramada por el océano.
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