El Rey Sol y la Lluvia

Cuando pasan los mitos de los estudiantes
Y los misticos que dicen ver Angeles y arcángeles se callan unos minutos y no escriben tanto, me siento a divagar. Que furiosa tempestad la religión, que furiosa vida la muerte y la encarnación.
Por cada acto de sufrimiento renaceremos mejor.
Eso me lo enseño Buda.
La paranoia Chakraonika, toma su forma, y yo, me ilumino de una luz incandescente que sobrepasa el arco de lo innumerable.
La vida se tilda y se comparte con el otro, la vida y el horizonte se moviliza con una acción y la reencarnación sucede porque la via de escape es el sufrimiento quedo de lo que queda después de lo que se rehace. Y si el temblor, de la vida estrepitosa de la muerte llega como un acto de constriccion, el angel oscuro se vuelve un expedito en los terrenos de las mujeres que llenan sus copas con las lagrimas de los tristes y abrazan con sus pechos el llanto del neonato que no es feliz hasta haber vuelto a ver la oscuridad materna de la luz que fue negada en el principio del nacimiento para hallar en la lluvia las lágrimas de la pureza y en el sol, la luz que se esconde en la noche por los carros de Selene.