EL PIANO

Tus manos ágiles
junto con las mías,
realmente sin comparación.
Tocábamos el piano
hasta muy tarde,
según el reloj
y las estrellas marcaban la hora.
Se escuchaban las notas
llenas de pasión
al par de nuestro coqueto movimiento.

R

eíamos y llorábamos,
mientras las notas
volaban por el aire,
libres y en tono sincero...

El piano,
siempre fue un instrumento
que unió nuestros cuerpos
al compás del metrónomo.
Eran movimientos
rápidos de la batuta,
los que dictaban
las notas en tus ojos a seguir,
como ver un pentagrama
en tu esbelto cuerpo.
Tocar cada una de tus notas
y escuchar el sonido
que me vuelve loco de amor.

Amo tanto el piano
porque me recuerda
cada sonido de tu corazón.

Espero seas mi siguiente composición,
Y un poema dedicarte
al compás
del palpitar
de tu dulce acorde del corazón.