EL BESO DORMIDO

EL BESO DORMIDO
Cuando las sombras se escapan
de las prisiones de las blancas paredes
para ver como en las copas de los árboles
brillan las hojas acariciadas suavemente
por el viento disfrazado de noche.
Le ruego que te busque en mi nombre
allí donde te encuentres y te diga que
mi pensamiento se enreda en tu cabello
abrazo tu perfil mientras cierro mis ojos

dejando que tu perfume penetre en mi
encerrándome en el sueño tranquilo.
Cuando todas las sombras se escapan
quedan la tuya y la mía
reflejadas en la pared de la memoria
en la que tantas noches mi mano
apartó con mimo el mechón de tu cabello
para besar el beso dormido en tu abrazo
que ahora en mi nombre va hacia ti
entre las sombras del viento.
mabel escribano
d.r.
imagen: Kent Bellows