El amor no es para mí.


Necesito ausentarme...
Como en las salas de espera, a esperar la inatención, los extásis poéticos, meditar por horas, estar conmigo.
Miro mi reloj con miedo, y a usted como mi reloj: TARDE "Tiempo mudo aprisionado". Se dice que en el amor no hay tarde, no hay noche, no hay...
Le he tocado su cara, con mis manos frías como el primer beso que le dí, ni tan frío.
Lo observé un poquito más y pensé que, esos ojos en otros ojos no son nada, pero yo en esos ojos me descubro en un extenso segundo, a veces menos.
Siempre me he negado a querer, el amor no es para mí. Me resguardo en una promesa de soledad heroíca, de rudeza, de frialdad, de no mostrar, no destapar.
N
Frases como cuchillos atraviesan toda confianza, se impide soñar. En éste vacío sin desenlace no importan los cuerpos que abrazan después del alcohol, ni los besos confundidos. Es como un albergue de amores mágicos, de esos que no eligen ni deciden quererse.
No olvidarse de matarse, o al menos alguna manera de deshacerse del yo, alguna manera de no sufrir. Hace mucho que me entregué a las sombras, no te apostes más en mis rincones favoritos porque me dañas la cabeza.
(Y, ahora tengo nauseas, hay un olor espantado. Tengo miedo, creo que todo terminó, en fin, ya es demasiado tarde.)

Conoce más del autor de "El amor no es para mí."