Demasía
labia en demasía, me sobrepasó,
la indiferencia me abruma
cuando ejecuto abstracción.
lejos como la lechuza,
filosofar no es solo pensar
pensar es un ejercicio
y ya tengo los músculos cansados,
demasía.
t
nunca parece suficiente y siempre fue suficiente.
aberturas soberbias y desalmadas,
el corazón bajo el tapiz.
siempre y nunca.
nunca el medio,
nunca ahora.
todo en extremo todo en demasía.
la obsesión con su boca descomunal enfermiza, me traga las palabras y mi dialecto sin dirección aparente. asertividad,
el punto débil de los locos sin yugo ni sueño.
cómo un apasionado siempre termino escribiendo por y para mí.
egoísta y autoreferente.
dicen las voces que no cesan.
siempre pasandome de líneas,
de adjetivos grotescos, cargando
liriricas barrocas y bohemias.
siempre, antónimo de nunca,
en demasía.
no hay que hablar de lo que no sabes ni de lo que no quieres que sepan, me dijeron alguna vez.
no soy tan inteligente para ponerlo en práctica.
la táctica siempre fue escribir sobre el nunca.
si quieres las respuestas, buscalas.
entre mi demasía.
Si a de beber alguien de esta fuente,
que sea mi cadáver o mi espíritu
o las mariposas de septiembre,
que según mi yerno son mis abuelos fallecidos.
si es que queda algo que no sean huesos,
que se alimenten de esta lucidez insipiente
volver aquí, a estos textos, como rito funerario, y que haga de sepelio el relleno en demasía.
cómo un colchón. para los que yacen y para los sedientos...
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