Déjame torturarme con tu recuerdo.
Ayer te ví, mientras la orquesta susurraba un sentimiento.
Tan y tan nítido en mi memoría, tus ojos intensos, tu sonrisa, tu marcada tristeza.
Tu mano con la mía, que aún no recuerdo como llegaron a tomarse, pero nunca hubiera querido apartarme.
Ví tu rostro tan cercano que hasta tu saliva me escribía sin querer, y hasta para mí era mágico el que pudiera llegar a mi labio ver nacer.
Estoy enferma de tu recuerdo, antes la música me emocionaba, ahora me ahoga con la emoción, me trae tu ser.
N
Déjame torturame con tu figura cercana, aquella que jugaba, a ver si fuera yo la que cometiera el pecado de besarte.
Tú no lo sabes, pero yo para sentirme consumida por dentro de tanto amarte, me bastaba con tan cercana mirarte.
Conoce más del autor de "Déjame torturarme con tu recuerdo."