Cuerpo frente al mar y otros pohemas

Bitácora de Futuro: Pohemas
Autor Bayardo Quinto Núñez
POHEMAS
CUERPO FRENTE AL MAR
Se oyen voces sonoras dentro del viento
y es un largo escalofrío, extraño,
y madrugador que cala mis huesos,
el frío oscuro inquieta y preconiza
una mañana de libertad
y de felicidad.
Tu cuerpo frente al mar evapora
la sangre de tus venas
hacia la libertad,
con un valor incalculable.
Se oye el rugir del mar,
espejo de una realidad inmortal,
distinta a la que vivimos cotidianamente;
si nos ponemos frente al mar,
tu esencia se trasmuta
y te vuelves inmenso e infinito,
como un bello manantial de amor.
Pintar tu cuerpo frente al mar,
sería una locura para unos
y algo maravilloso para otros,
independientemente de ello
eternamente te amo;
y dejo impregnado tu cuerpo
del deseo perpetuo de amar,
cubriéndote la nostalgia del momento.
Tu cuerpo no se moja,
saboreo la existencia
de la belleza de tu rostro
y de la simpleza del tiempo,
que genera la felicidad y el placer
de estar frente al mar.
Momento exquisito y fatal.
Ni el cuerpo, ni el mar
se desfavorecen,
celebran juntos el rigor
de esa realidad mensajera
de todos los tiempos.
DIOSA Y VIRGINIDAD
Sorprendido por las llamaradas de la realidad.
Tu transparencia de vivir y vivir,
no es ser intruso,
pues, las brasas han encendido tus noches y madrugadas.
Tus uvas encendidas en el nido de la realidad,
hacen estruendo cómplice que trastoca el día,
con abundancia y ansiedad
pone en guardia
con esa mirada sorprendida
al ordeñar la madrugada,
como fruto de la realidad vestida
que es atravesada por la luz del sol.
Y tus bellas flores,
con aroma de diosa
y virginidad en los corazones
que hace mucho tiempo,
anuncia el diálogo de la vida;
no habían cadenas, ni encadenados,
sino un relámpago a tu elogio,
como diosa de la virginidad,
que encendía en el cielo el escrito
de nuestras pasiones,
que desvestían a la noche en el silencio,
arrojando fuego como un volcán;
estaba oscuro,
salvo la piel frágil de la luna.
Nunca presintieron que las flores
se marchitarían,
misteriosa tierra,
muchas veces se le ha preguntado
como testigo de las miradas impuras:
¿Cómo recuperar la virginidad extraviada por el tiempo?
Del sueño despertó,
y sobre la extinción de su virginidad reclama,
y dice: es el fin,
ya ni en los caminos se alzará el polvo,
ese vértigo no me cambia, salvó la muerte.
En el viento se oyen sus voces,
a lo largo del día tiene sueños optimistas,
para matar el tiempo y vencer el hastío,
cómo una canción de cuna
que arrulla y duerme los recuerdos.
Tus suspiros abren la ventana sin temor,
se ven cara a cara con el amor,
cruzan el infinito mar,
intentando tocar el cielo,
aunque sea por un instante.
Todo es tuyo.
no seas oscuridad en el cielo,
porque te espera el despertar incomparable,
ineludible de la verdad y la felicidad,
ya no busques más esa virginidad extraviada,
quizá no vuelva nunca más.
FUTURO SUEÑO, SUEÑO…
Cada pohesía es un mensaje,
una realidad y una historia
distinta que construir
y por supuesto un noble sentimiento,
y por excelencia el poheta
transmite sus sentimientos.
Buena esperanza.
Es la realidad a cada minuto,
a cada instante del tiempo,
en fin todo un mundo nuevo,
es vida sobre el amor,
la justicia, la solidaridad,
la muerte y la utopía real.
Realidad, palabras para transformarse
en hechos, en pohesía mensajera
de todos los tiempos
y realidad histórica
cómo flecha dentro del tiempo,
cómo sentimiento
que entrelaza mi alma,
que brota como vida
con un deseo extenso,
que fija la imagen
de la versión de la pohesía,
dónde contra el tiempo
se logra construir
la eternidad como espejo de la realidad
que denota oficio
a plenitud del sol
y con la soberanía del mensaje pohético
que entrevista esa realidad percibida
como un paisaje
y sentimientos del mismo poheta.
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