Caro

Cuando la naturaleza se funde con tu belleza incesante, metamórfica, caleidoscópica y fractal, todo tan amplificado en el detalle de tu pureza se perfila en este instante en el que vuelves terrateniente de todas las almas, y yo aquí, en evolución gracias a tu instante de fuego.

Vitoreo la chispa primogenia que crece como un rumor en la arborada, que embosca toda la índole de la sístole, tras la fugaz vertiente de su mirada que en todo causa reflejo, espero habitar el penthouse de su corazón donde aquel suspiro sostenido nos altere la línea del presente en un trance elaborado que sacude las raíces, su figura se adivina perfilada en todos los silencios, en cada retazo de rayos del sol, en la azarosa llama de su influjo, en un si rotundo a este viaje redondo a todo el rango de ese espectro rutilante de la canción que prodiga tu sonrisa.