Animales
I
Un hombre que consuma ratas
no es digno de cualquier mirada.
Pero ese hombre que consume ratas
no ha sido besado nunca en la noche
II
Dos palomas en vuelo dispuestas a dejar
y sigue amando.
Pero los labios están trizados, casi ausentes,
y miran,cómo el evanescente volar de las palomas
huye hacia otro fuego.
III
Ah, la Ausencia me mata;
una amorosa mano riza tu pelo lloroso; cientos de águilas
persiguen el ultimo aliento que sale de tu cuerpo
que yo amé, envidiado por los labios de los dementes
que se juntaban en la calle para aumentar el placer de beberte
como un vaso de licor
a la hora de la sed infame.
Sólo las águilas comprendían mis mensajes de desesperada lujuria,
mi deseo endemoniado partido en mis carnes en penumbra.
Ellas compartían conmigo como en un canto de fiebre,
el calor de libar el aire de tus brazos peregrinos.
Ahora es vacío.
Desnudo, cierro los ojos de mis ojos,
muerdo otra sangre antes de que los maleficios crien escorpiones
en tus hombros
y canciones insolentes se expandan en mi boca;
ahora soy un hombre que corre sobre el teclado de un piano
como si huyera de sí mismo.
Y me dedico a mirar, doliente,
el tiempo que pasa,
las últimas cenizas.
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