ÁLGIDA ACUOSIDAD... (Con collage digitalizado)

ÁLGIDA ACUOSIDAD

Sus brazos al agua daban
que con aquella voz oía
y batiendo sus alas dulces
tan lindo su cuerpo brilla.
Crecida estaba la luna
nueva que uno traía
en un día junto todo
por caminar donde quiere

en sangre tinto el campo
tenía llorando sus ojos.

Hoy, parecía una brasa
ayer, la tierra cubría
mañana, tal vez polvo.

Rápido, nadie me oye
porqué, muy plástica mi piel es;
Cuando en un apuro me veo
duro pidiendo a mi blandura
déme… Su avenencia.

¡Más paciencia más constancia!.

¡Qué no se detenga al detenerse
y vea el diluvio!... No es eterno.

Deja que el rigor vierta
y la dulzura traiga sabiendo
que no hay mal que bien
no deje como se fue al irse.

Hermosa fuente es el vacío
aquel que se cree lleno
en la llanura más pleno.

A marchitar empieza toda verdura
tanto en la viña que ve a la uva
y no deja que la soledad asole
y espera blanda cualquier dureza.

Levanta más los ojos cada vez
el cielo no se bebe el agua toda
ni azul lágrima bebe al desierto
aunque por dentro todo derrame
acariciando angélico cada hueso
y las alas se agiten al caer
en el espejo tersísimo reflejo.

¿Serás el cazador cazado?

Desterrado celestialmente solo
con el reposo mil soledades hoy
herida la sangre mana enfebrecida
al pié besando planta verde.

Por eso, vamos, a dolerme solo
a callar y cultivar el grito
sin miedo al silencio
absoluto no es todo
en el todo cuando habla
y nadie su dolor escucha.

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Autor: JOEL FORTUNATO REYES PÉREZ.