AHIJADO DEL SOL
AHIJADO DEL SOL
Aunque procedo de otro mundo,
viajero desde borrosas antípodas,
abandonando todos los epitafios,
aún soy el que soy;
equilibrada unión de luz y oscuridad,
opuesto de la quietud y el silencio.
Y, a pesar de ser un extraño en la Tierra,
soy su ahijado del vivo Sol.
A
emigrante que arrastra sus sueños,
cargando los huesos de apócrifos mártires,
la Tierra me abre sus puertas
sabiendo quién soy:
solitario andante del mundo,
un abrazo armonioso entre contrarios,
con alianza del pasado y futuro.
Y, a pesar de todas las predicciones,
así soy.
Y no me avergüenza ninguna pobreza,
su mágico espejo de la desidia con la riqueza;
pero me conduelo por grandes congojas,
reflejos del tiempo humano,
cuando gigantes de vidrio entre las urbes,
crían verdugos y elevan más cementerios;
monstruosas caricaturas del llamado progreso.
Y entonces abandonan sus altares de oro,
alucinantes figuras del teatro dantesco,
llevando a trancos las huecas apologías.
Y cuando me dejan todas las mascaradas,
se quedan conmigo los pensamientos,
y la visión inconclusa de la humanidad.
Luego se manifiesta una revelación,
esa orquestación cimática del Universo,
palpitante música de Dios,
que se integra con mi esencia de nómada,
explorador del infinito,
y ahijado vivo del Sol.
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Acompaña: Die Sonne geht auf - Volles Rohr Blech
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