YO VÍ CAER AL GIGANTE.

Yo vi caer al gigante,
al que siempre estuvo
de pie y hergido,
al viejo, al milenario,
a la torre de antaño,
al vigia del tiempo,
al guerrero
antiguo.

Yo ví caer al gigante,

al que estuvo en mi
infancia,
al que conoció
mis juego en el bosque,
al que me vio crecer
aunque no tenía ojos,
al que me oyó de
niño, al grande,
al alto, al que
estaba cerca y
a la vez a la
distancia.

Lo recuerdo
desde que
tengo uso de la
consciencia,
pero lo conoci y el
me conocio de pequeño,
me bautizo en otoño
de hojas caidas,
me hizo renacer en
cada primavera.

El era la torre alta,
refugio de aves,
habitacion de palomas,
anidó al gorrión,
al chingolo,
al jilguero,
oyó el canto
matutino del
zorzal,
le dió casa de
barro al hornero.

La lluvia lo bañaba,
el viento lo secaba,
la luna lo dormía,
el sol lo calentaba.

Yo vi caer al gigante,
al robusto al rustico,
al de brazo fuerte,
al de raices profunda,
al de duro semblante.

Yo ví al gigante de
niño, mis ojos siempre
lo observaron,
lo vió mi padre,
lo vió mi abuelo,
lo vió el
pasado.

Yo ví caer al
gigante,
mis ojos se
entristecieron,
mis lagrimas se
derramarón,
dejo un espacio
vacio el cual
jamas será
reemplazado.

Yo vi caer al gigante,
y fueron los hombres
los que lo derrumbaron,
con sus hachas,
con sus machetes,
sus motocierras,
con su inconciencia
lo matarón.

Yo ví caer al
gigante de roble,
y nunca lo hubiera
imaginado,
un dolor profundo
en el alma
y una sensación de
vacio me ha quedado.