Vuelve y sananos
¿Soportará ese cuello,
Suave y adamascado,
El cruel cuerpo de una soga?,
¿Y qué harás allí,
Ostentaras tus bucles rojizos para desafiar al alba,
Desafiaras, acaso también, al mar,
Con tus ojos claros como el agua más playa en la arena más blanca?,
¿Por qué sacrificaras tu vida,
Si ya no sientes las borlas suaves de tus cabellos atados,
Rozando tus vírgenes hombros?,
¿Qué será de ti,
Sin tu sutil e inocente saludo,
Sin tu suave reparto de caricias,
Sin tu cálida aura abrigando letanías?,
¿Qué será de los que pretenden
Encender tu alma con poesía,
Que será de los que te hallaron virgen,
Que será de lo que lo desearon?,
Vuelve ya,
Remienda las almas,
Vuelve ya,
Y sananos;
Inspira en nosotros alas,
Y guíanos con tus ojos como celestes faros,
Apártanos de las neblinas donde la soledad reina,
Que ya no rodee nuestro corazón con sus gélidas y letárgicas aguas.
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