Vuelve.

Con la mirada perdida en una pintura de Munch.
Viajando en mi mente con una sinfonía de Bach.
Pensando en las últimas palabras que dijiste tú.
“Cierra la puerta cuando te vas”.

Me agobian imágenes de lo que dejé atrás.
El alcohol intenta ahora mis pensamientos.
Leo las cartas en las que jurábamos por siempre estar.
Y este maldito orgullo que no me deja decir “lo siento”.

A

hora estoy solo sentado en esta mesa.
Con el alma triste y perdiendo la cabeza.
“Juntos hasta el final” nos prometimos con franqueza.
Promesa que se perdió con total indelicadeza.

Lo terminé, lo terminaste, lo terminamos, se terminó.
Que más da como acabó, si lo que más duele es no volver a escuchar tu voz.
Lo último que oí de tu boca fue “adiós”, y mi corazón se partió.

Vuelve, haz algo que me saque de esta locura.
No quiero perderte y extrañarte con tanta amargura.
El soñarte paso de ser un placer a una tortura.

Vuelve, démosle una oportunidad más al amor.
Escribamos nuestro propio destino.
Vuelve por favor.
Vuelve…

Autor: Matías Emanuel G.