Vagando por el desanimo
Ni siquiera sé distinguir entre el bien y el mal, valiente yo, valiente arbitrariedad en mi cabeza.
Me pesan las culpas,
me pesan los secretos.
Si las estrellas hablan no puedo comprenderlas, de a par, cielo en nubes haciendo figuras incomprensibles, tal vez si estoy loca.
La luna creciendo nuevamente y mi cabello ya cortado, no sé que prosigue en mi libro. No sé donde se este ocultando Diablo.
No estoy segura de cuanta maldad haya cerca, ¿cómo protegerme incluso de mis propios pensamientos?
¿cómo descansar de los pensamientos que me abordan?
Limpié mi cuarto en la mañana, pedí el perdón necesario para ser redimida pero incluso ahora algo sigue perturbando mi cabeza.
No quiero saber del exterior y si mañana despierto y veo con claridad a los demonios a plena luz del sol y si el amanecer no me trae el amor.
Si pierdo de nuevo mi propio amor.
Ya no soy la misma, he perdido la sonrisa que antes cargaba. No sé que me pasó ni cuando me convertí en este bicho extraño, la mascara que me quité de humana solo me convirtió en un fantasma vagando por entre los mortales.
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