Tu voz

Tu voz la escucho nuevamente
como un eco salido desde el olvido,
olvido transformado en una gruta
desierta, oscura y tenebrosa
donde viven los pensamientos dormidos.
Escucho tu voz sin embargo
con embrujador encanto
cuando pronunciabas mi nombre
en ese pasado ya lejano.
Mi corazón se estremece

y mil clarines escucho atolondrado
cuando la fantasía inunda sin límites
lo que ayer fue coro de ángeles
para mis oídos que no olvidan el pasado.
Como un canto de sirenas
sigo escuchando tu risa fresca
que me atrae al abismo profundo
de mis pensamientos en tinieblas
que no encuentran la luz titilante
de la estrella en el alto cielo
que me lleve de nuevo donde ella.
Escucho también tu silencio
cuando tus miradas todo lo inundaban
y sólo escuchaba tu risa loca
corriendo alegre por el verde prado
invitando a que tomara en mis brazos
tus mas preciados regalos dorados.
Tu risa quedó grabada
en lo mas profundo de mi alma
esculpida con cinceles de acero virgen
como una condena eterna y clara
que volará a los cuatro vientos
cuando despierte de éste sueño
y mi locura termine con la madrugada.
Tu voz ha quedado solamente,
convertida en el fantasma de mis penas
arrastrando pesadas cadenas
que ayer me aprisionaban,
haciendo de mi tu esclavo
cautivado bajo siete rejas.
Tu voz es hoy solamente poesía
que ha dejado sus cicatrices y huellas
que traen esa dulce paz camuflada
con el recuerdo de batallas amorosas
cuando juntos las alegrías cantábamos
hoy convertidas en amarga derrota.