Tierra infertil

Con tu postura puedo entender la fortuna de mi juventud
La sensibilidad de mi piel, la agudeza de mis sentidos y mi gran capacidad sorpresiva de la naturalidad
El poder disfrutar del momento preciso en el que todo me parece exquisito y nuevo
a diferencia de tu tez indiferente ante mis caricias, incapaz de imaginar que aún existen estados que puedan hacerle erizar.
¿Por qué no te olvidas del tiempo que llevas en esta vida y recuerdas tu estado de mortal?
Yo gozo de los frutos de tu senilidad, pero tal parece que ni mi frescura ni mi verdor te hacen darte cuenta que sigues vivo y por ende, puedes sentir.