Salve, al amor.

Si se refleja mi cara en tus pupilas
será, que debo estar cerca de tu boca,
y el velo de la irrealidad se difumina,
dejando paso a la intensa ansiedad ilimitada
de no evitar el caos, que supone a mis sentidos,
sentir tu aliento,
apoderarse de la paz de mi cordura.

Y no es locura,
si no, que es fortuna,

enajenarme a las pasiones concluyentes
de dos bocas que se aúnan,
en confidencias constantes,
ensalzando al amor
por encima de Glorias.

Salve, al amor.
Fuente inagotable de experimentación.
Su teoría es ignorante;
trivial, mera, y sin constantes,
y carece de sabor.
Por eso sostengo....
Salve, al amor,
en su plenitud divina
de sentir su fuego, en nuestro interior,
aunque a veces conlleva, tragedia y dolor.