Peregrinos

si pudieras comprenderlo que no tengo tanta prisa,
para verlo como te despides inconscientemente,
cada paso me desnuda el alma como si supiera
que el regreso es como un sueño azul que va desvaneciéndose.

fuimos agua, cielo, transparecia, canto y esperanza,
esa luz que nos permite amar para seguir soñando,
una pausa en el peregrinar de sueños sin confianza,
convirtiendo penas y pesares en futuro y canto.

n

o tendría que quejarme ahora si al final de cuentas,
esta vida me ha dejado más de lo que imaginaba,
y que cada uno de mis anhelos fueron malgastándose,
entre lágrimas de los que demostraron que me amaban.

quien diria que con tantos años aun sigo aprendiendo,
que hay errores cometidos que en el tiempo no se apagan,
y tenemos que llevar heridas sin ser solo nuestras,
también son de todos esos seres que nos acompañan.

al final he descubierto, las cosas no son tan malas,
ni me tengo mucho que quejar si en resumidas cuentas,
lastimar no es exclusividad de los que tanto hablan,
y callar es como un látigo que en el silencio suena.

roberto peiretti