No temas

No temas
Tus pesadillas me han despertado
He corrido entre las sombras
Y te encuentro temblando y tu cuerpo enpapado en terror
Llorando en el rincón de tu “cuarto oscuro”
E
Su mirada de pavor atraviesa el ser.
He observado la imagen de lo siniestro en su corazón
Porque son mis espectros los que atraviesan y azuzan su existencia
Habla entre los gritos de lamentos
Los contenidos oníricos condesados en las distorsión
Donde los espantos del pasado no retornara a tu encuentro.
La tomo entre mis brazos a la distancia
Seco su frente bañada por la desesperante idea de la soledad
Tomo su alma y le aprieto contra el pecho
Con su voz temblorosa escucho sus sollozos.
Le digo, “no temas”
Que nunca más retornaran aquellos fantasmas reprimidos en la infancia
Que el dolor y el miedo no invadan nuestra angustia
Observa niña, son fantasmas de almas paganas
Que en sus rituales materiales
No alcanzaron la aprobación de sus dioses
Pues tu sabes mi pequeña,
Que no asistimos a ceremonias de místicas mímicas
Tampoco fingimos amor lo que nos ignora
Esos ecos de terror
No retorna contra nosotros
Ni soportan la venganza en contra de seres mágicos como tu
Pues esos gritos desean ser escuchados por Nix.
No temas a sus ojos en llamas
Pues sus almas están invadidas por el dolor al sobrevivir la traición
Ya no te harán daño la enfermedad en vuestros huesos
Teseo ha asesinado a su cuñado
Con la complicidad de su amada,
Sal pues del laberinto que el minotauro ha caído
No dejes que la “telaraña” de la desilusión
Nos envuelva con sus hilos de mentiras,
Aquí el miedo lo he dormido en un paraíso bifurcado del recuerdo.
Limpiare el sudor de tu frete Hada dormida en el “delirio”
Enfrentare la oscuridad en los ecos de tus sombras
Y tus palabras, iluminaran las tinieblas de mi mente
No llores más pequeña
Toma mis bazos, seca las lágrimas con estos versos
Observa el campo de ilusión que sembraste en esta tierra desolada
Allí las semillas del amor
Brotaran en mil especies de flores
Renacerán las fuerzas que opacaron nuestro espíritu
Brotaran retoños pasionales de mil colores
Violetas, margaritas, todas las flores
Integraran figuras alegres con visiones opiáceas
Sus olores alimentaran nuestros sentido y bifurcaran la realidad
Allí las fuerzas oscuras no construirán su imperio
Cuando tú sonríes, pequeña, muere el espanto
Que el pasado quizá imponer sobre tu existencia
Así se marchitan la calumnia y la envidia
Tu rostro revive la alegría que hoy mora en nuestra tristeza
Y los temores huyen al desencuentro de sus miedos.
No temas corazón al amor que revive en ti.
Andrés Castro
A: Neida Córdoba Lujan
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