Nicole.

Hace unos días una hermana me pidió que escriba algo dedicado a ella. No me sale mucho escribirle a amigos o familiares, quizás porque escribo cuando algo me duele y ella jamas me causo dolor.
Es tan bella la vida a su lado, a veces creo que todo a su lado es un poco mejor. Si no esta ella, falta algo. Es que es tan importante para mi como yo misma, ya no la siento una amiga o una hermana, la siento parte de mi.
Y eso es un amigo después de todo, es un hermano del corazón, un compañero del alma.
Quiero agradecer a todos mis amigos, a los buenos amigos, los malos amigos, los viejos amigos, y también a los nuevos. Pero especialmente, quiero agradecerle a ella. ¿Porqué? Porque ella estuvo mas de la mitad de mi vida presente, y aún así nunca me fallo.
Ella estuvo siempre conmigo, siempre me abrazo, me dio consejos, hizo todo lo que estaba a su alcance, y mas, para poder hacerme un poquito mas feliz.
¿Porqué? Porque con ella compartí risas, llantos, peleas, reconciliaciones, juegos, travesuras, borracheras, cosas nuevas. ¿Porqué? Le quiero agradecer por ser mi hermana.
Callada, incondicional, dulce, transparente, efusiva... Y siempre, siempre con esa sonrisa. Esa sonrisa que me alegra el alma, esa sonrisa que me hace sonreír.
Algunas personas pasan años, conocen a miles de personas y aun así no encuentran un amigo de los verdaderos, de esos que por mas no veas sabes que están ahí. Y que suerte tuve yo de encontrarte... Gracias a la vida por cruzarte en mi camino, y principalmente gracias a vos amiga, hermana.