Mis ángeles guardianes han muerto....

2016 Mar 04
Poema Escrito por
San Brendano

Silvestre, dolorosa niña de nieve yacida en blancos trinos.
Cobija en su pecho sanguinolento una rosa de párpados azules.

Como Júana de arco ardió en la calcinable hoguera.
Sus restos polvorientos se velan a pleno día.

Ya no puede sentir esa emoción antigua por el bizantino estandarte que un monaguillo carga consigo jubilosamente.

Y presa entre las llanuras heladas y el solsticio de verano y otoño
conmovida, mira, lo más querido por ella ser devorado por las alimañas posándose en aquel retoño que no llego a florecer.

S

in levantarse o hacer movimiento alguno
petrificada en cal esparcida
intenta grabar en su memoria la bóveda celeste cubierta por millones de estrellas como guías.

Cuanto le duele sufrir en carne propia el desagravio
es un animal salvaje que poseé un hermoso aspecto femenino
pero de igual forma, el reloj de la vida no tiene compasión hacia ella.

La despellejan al alba, en los eclipses lunares y en las auroras vertientes.
Continuamente violan su templo interno, penetran crudamente los aposentos de aromas frutales y le obligan a entregarse a otro ser distinto a lo que ella reconocé.

El monstruo silvestre vaga en planicies nocturnas
devora a sus enemigos sin recelo
no advierten su prescencía y es necesario ocultarse
que ella no les encuentre más lejos de sí.

El olor putrefacto despierta el terror inaudito
otra bestia terrenal murió entre sus garras
necesita absorber su sangre, acallar sus delirios
dulsifícar la pena que no va a sanar jamás.

Fue puesta como inscripción incandescente en su frente un símbolo
lo llevo Cain y más tarde Nabucodonosor.
Ambos prometedores reyes y asquerosos asesinos
por desafiar las leyes divinas no obtuvieron perdón hasta pagar sus crímenes ante su única majestad.

Y una tarde de composición buscando una poesía que me describa
me aventure lejos de casa y oí mientras hallanaba la meseta malvideña,
a ese predilecto animal combatir a solas frente a sus enemigos carroñeros.

Los ángeles guardianes parecen estar de luto
Sus arpas eólicas hacen compañía a Morfeo
a la eterna espera de Eurudicé.

Antaño, habían sido los hermosos hermanos que resguardaban sus ensoñaciones matinales.
Sus besos benditos le sanaban cuando el dolor era insoportable.

Llegaban al anochecer y con ellos traían velas para alumbrarle
y le consolaban si las lágrimas de incomprensión manchaban sus mejillas de virgen niña.

Sin embargo; cuando el delirio se acrecentó, ellos no vinieron.
Espero largas noches e hizo continuas oraciones pidiendo su intercesión.
Las horas se convirtieron en siglos y los siglos en décadas
cada minuto transcurría muy lento, hasta las manecillas que remarcaron los segundos no acababan segun creyó.

Y se cansó de esperar, de soñar y pedir
la misericordia se transformo en una ensoñación predecible y arrebatadora.
Ni siquiera Dios era una señal salvadora para eximirla de sus crímenes.
Lo claro se torno negro, lo legiblé en ilegiblé.

Se harto de soñar y de suplicar absolución
las memorias infantiles se corroían como una vieja fotografía
Lo imperecedero y fantástico murió sin anunciarse.

¿A donde se habían ido los santos y beatas?
¿Qué paso con los querubines y sus reales bellezas?
¿Y Maria la auxiliadora? ¡Otra mentira también!
¿El Cristo redentor una sinfonía exiliada?
¡Amor de comuniones! ¡Cofias de luto que se pagan con oro!

Ya basta, pues Silvestre ¡no puede levantarse del ataúd!

Esta nadando en la ciénaga donde moran los condenados por siempre.
Pobre de mí y ella
las composiciones son tan innecesarias..

2016 Mar 04

San Brendano
Desde 2016 Feb 26

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