Mi alma en un vaso
Solo tengo palabras sencillas
brotando del alma como lágrimas
una tras otra, encadenadas,
obligadas a salir de su morada
sin remedio por mi pluma derramadas.
Solo tengo un corazón que siente,
que se eleva y precipita
que se rompe y recompone,
tantas veces castigado
Solo sé que no hay verdades
ni mentiras absolutas.
Cuando las palabras engañan,
donde las acciones ocultan,
yo sigo aquí llorando mis letras.
Puedo ser la más romántica,
despreciablemente cruel,
el cielo o el infierno en una sola,
fundidas en este espíritu maldito
azotado por la omnipresente duda.
Puedo traerte la tormenta infinita
o la tregua con blanca bandera,
todo en un mismo equipaje,
sin opciones disponibles,
todo o nada, indivisible.
Si recoges las lagrimas caídas,
y las juntas en un vaso vacío,
podrás leer mi alma desolada
sabrás ese secreto que he escondido,
podrás beber mi alma en mis palabras.
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