Lienzo en blanco

Hace tiempo que se ven
mis lienzos en blanco;
y, hace mucho más todavía,
que el viento cargó
con un manojo de tintas
extraídas sin permiso de mi entraña.
Qué extraño es ver las huellas
de mis manos vacías
con lo que un día se creyó
existiría para siempre.

Mas no fue así, llegó un silencio
que enmudeció mi vida.
Se esparcieron mis colores
por el viento, se confunden
con el atardecer de los días.
No encuentro forma de recobrar
mis dorados, azules o grises,
mis marones o rojos. Los veo allá,
a lo lejos, forman una cubierta, encubren
el horizonte, entrelazados,
imposible de rescatarlos.
Siguen aquí, mis telas vacantes.
Sin dirección o motivo,
sin una meta o destino.
Creo que mis pinceles a final
encontraran su tumba
pues ya no hay mas mano
que los lleve a un lienzo en blanco.