La piel del reptil

Escribo,
sin tiempo,
ni espacio,
es todo un acertijo
de un bromista
que se cree dios,

Nos crearon sus sirvientes,
de una idea,
tan sólo,

de esa necesidad de juego,
ese ego vital,
de ser considerados dioses,
supremos vigilantes,
de nuestra sangre,
ADN del reptil,
y luego desaparecieron
en sus carruajes de fuego,
Nos quedamos magnetizados,
mirando el infinito,
nos sentíamos solos,
en este mar de efectos y causas,
pero no todo estaba perdido,
algunos guardaron su sangre,
celosamente,
ocultaron sus enseñanzas,
crearon religiones,
y llenaron el mundo de muerte,
de mentira,
caos,
amenazaron,
hicieron la guerra,
nos devoraron gustosamente

Comenzaba la civilización