hado

eran totalmente diferentes, su forma de caminar y de expresarse no coincidían, su mirar era humano y utópico mientras que el mio era calculador e inhumano ,un poco mas realista , pero nuestras miradas coincidían y transendia dejando de lado gusto y prejuicio, humanidad o inhumanidad... Al mirarnos comprendimos que pagábamos un dulce karma, sabíamos nunca nos alejariamos pues nuestro destino estaba unido pero lo mas importante era que no teníamos intenciones de separarlos